Ni OBLIT, NI PERDÓ. Prou muntatges, repressió i impunitat. 6 de febrer, 18h, Cotxeres de Sants

El caso 4F, del que ahora se cumplen nueve años, es uno de los casos más vergonzosos y trágicos de represión tras la dictadura, que solo está cerrado para la justicia y los políticos, no para quienes lo sufrieron, ni para la historia. Un montaje judicial, policial y político que llevó a varios jóvenes a prisión y al suicidio de Patricia Heras, basándose en el testimonio de unos policías, hoy en día en prisión, entre otras acusaciones por haber mentido en otro juicio. En el documental “Ciutat Morta”, se desgranan con detalles los hechos y algunos de los protagonistas y creadores son parte de esta convocatoria y de este acto, que compartiremos con otros casos.

No es un ejemplo aislado de injusticia. El caso de Pedro Álvarez, 22 años después de su asesinato y habiendo sido únicamente un policía el encausado, ha prescrito judicialmente, dejando pasar el tiempo en los estamentos oficiales.

La represión se ha endurecido. Las prisiones provisionales decretadas en las Huelgas Generales, tras las protestas contra los desalojos de los centros okupados o en las manifestaciones, son un paso más en el aumento de la escalada represiva elaborada por los políticos y ejecutada por los jueces, para intentar desactivar cualquier protesta. Como efecto disuasorio también se piden penas de prisión desproporcionadas e injustificadas.

Las salvajes cargas policiales han provocado daños físicos graves e irreparables en las personas, llegando al apaleamiento hasta la muerte en plena calle de ciudadanos como en el Raval y coaccionando a quien ha visto o grabado los hechos para intentar quedar impunes. El maltrato o la muerte de los inmigrantes en los Cies o en la frontera, con vulneraciones de los derechos fundamentales también se han convertido en rutina.

Sufrimos encarcelamientos provisionales aplicando secretos de sumario como en el caso Pandora que deja a las personas en la más absoluta indefensión al desconocer tanto ellos como sus abogados las acusaciones que les imputan, quebrantando garantías básicas y dejando en entredicho el sistema judicial.

Todo ello convenientemente aireado por unos medios de comunicación que se han convertido en meros portavoces de los organismos policiales, políticos y judiciales, y a los que no cuestionan en ningún momento, quedándonos como alternativa la creación de medios de comunicación alternativos.

La nueva Ley de Seguridad Ciudadana, conocida como Ley Mordaza, viene a sumarse al arsenal de medidas que incluye en su catálogo la tortura, la persecución, la detención injustificada, la violencia física contra las manifestaciones, las encarcelaciones, los desalojos, los montajes judiciales y policiales, los asesinatos.

Hacer frente a toda esta injusticia es el motivo de esta convocatoria. Para enfrentar la violencia del sistema necesitamos de la solidaridad de tod@s y para andar ese camino es imprescindible que conozcamos, compartamos y hagamos nuestro todo el sufrimiento de quienes padecen en carne propia la represión. Contra el olvido, la memoria para no volver al pasado. La memoria se construye en el presente y el presente actual es muy grave. Todos y todas quienes participarán en este acto son el testimonio de toda esta represión. Son los testigos, los sobrevivientes, las víctimas, los familiares y amigos. Compartir con ellos su experiencia, conocerla, difundirla, son obligaciones que hemos de asumir, porque desde esa base debemos fundar la resistencia futura a esta sociedad que nos deja indefensos ante la arbitrariedad policial, la violencia de la fuerza y la injusticia de las leyes. Para no ser víctimas en el futuro de su mismo padecer. Si nos tocan a una nos tocan a todas.

Cartell
Octaveta